La Web 3.0

(Información obtenida del libro: “Conviértete en experto en social media”)

Nadie pone en duda que en asuntos relacionado con Internet, los avances se producen casi de forma diaria. Cuando todavía estamos intentando asumir la implatación de la redes sociales en la Web 2.0, cada día oímos hablar más de la llegada de la Web 3.0, algo que, aunque parezca todavía muy lejano, está a la vuelta de la esquina.

Cuando hablábamos de Web 1.0 en sus inicios, nos referíamos a personas conectándose a una página Web para obtener una información. Fue la época de máxima proliferación de periódicos digitales y de Webs cuyo contenido era meramente informativo. Con la llegada de la Web 2.0 pasamos a hablar de personas conectándose a personas, es decir, el auge de las redes sociales que vivimos a día de hoy. Y si tuvieramos que hablar ya de la Web 3.0, hablaríamos de una Web semántica, esto es, aplicaciones Web conectadas a aplicaciones Web. ¿Difícil de entender, verdad? Tranquil@, ahora lo explico.

Básicamente, el concepto de Web 3.0 se basa en la evolución de las redes sociales en los siguientes conceptos:

  • Contenidos semánticos: conseguir que al realizar un búsqueda, un buscador nos ofrezca una respuesta única y exacta a lo que le demandamos. Por ejemplo: imaginemos una agencia de viajes que permitiera que se le realizaran consultas basadas en lenguaje natural, algo así: “me gustaría pasar siete días de vacaciones en un hotel en la playa con mi mujer y mis 2 hijos de 10 y 14 años, con un presupuesto máximo de 3500 euros”. El sistema devolvería un paquete de vacaciones detallado, parecido al que ofrecería una agencia tradicional pero sin necesidad de que el usuario pase horas y horas localizando ofertas por Internet.
  • Búsquedas de lenguaje natural: que nos proporcionarán resultados más exactos y más precisos de lo que realmente estamos buscando.
  • Contenidos accesibles sin navegación: la tendencia es que cada vez más accedamos a toda clase de servicios desde cualquier dispositivo, lugar y a cualquier hora, de una forma inmediata y satisfactoria, sin necesidad de navegación tal y como la conocemos a día de hoy.
  • Tecnologías de inteligencia artificial: si compañías como Google o Microsoft pueden sondear y seleccionar los datos para sacar información oculta en ellos, ¿está tan lejos la implantación de su uso en nuevas tecnologías? Por ello, no es raro augurar que tarde o temprano se podrán hacer predicciones exactas, por ejemplo, sobre canciones que serán un éxito tomando como base el contenido “filtrado” de los sitios de Internet de las universidades.
  • Geolocalización avanzada: es el modo más real de mostrar y situar elementos y personas. Básicamente se trata de una tecnología capaz de localizar y ubicar, por ejemplo, la posición de una persona en un campo de fútbol. Como ya comentamos en la anterior entrada, servicios como Foursquare permiten al usuario que dispone de un dispositivo con GPS registrar su posición en tiempo real en cualquier lugar para que su red de amigos sepa donde se encuentra e incluso ofrecer su opinión sobre las características del sitio donde se encuentra. Esto no es más que el comienzo de una serie de servicios que comenzará con el geomarketing y que nadie sabe hasta donde llegarán.
  • Web 3D: el camino de la Web 3.0 va dirigido hacia la visualización en 3D, hacia una extensión del mundo real hacia un mundo virtual. Ideas ya existentes como Second Life, tendrán en un futuro una aplicación realmente práctica, fomentando los espacios de comunicación entre usuarios, seguramente a través de una gran alternativa al mundo real. Una tecnología gracias a la cual las diferencias entre el universo virtual y el universo real tenderán a desaparecer.
A grandes rasgos, éstas serán las características de la Web del futuro, un futuro que quizá se haga presente antes de lo que podamos imaginar. Sea como sea, estaremos preparados para estos y otros cambios que puedan venir.

Jesule
Lo que me sale de las Webs